jueves, 8 de septiembre de 2011

Pensamientos: Dios y mi alma, 31 de diciembre de 1937 - viernes

Un breve comentario del Hermano Rafael sobre el conocimiento de sí mismo, cuando medita sobre la humildad en sus escritos, que nos permite el privilegio de ser testigos de la batalla interior y la riqueza de su vida espiritual.  Fuente: Abandono.com

Hermano Rafael

San Rafael Arnáiz Barón nació el 9 de abril de 1911 en Burgos (España), ingresó el 15 de enero de 1934 al monasterio cisterciense de San Isidro de Dueñas.  Sufrió de diabetes, la que lo obligó a abandonar tres veces el monasterio, adonde volvió nuevamente para dar una respuesta generosa y fiel a lo que sentía ser la llamada de Dios.  Murió el 26 de abril de 1938, recién cumplidos los 27 años.  Fue sepultado en el cementerio del monasterio.  El 20 de agosto de 1989, SS. Juan Pablo II, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud, le propuso como modelo para los jóvenes en Santiago de Compostela, declarándolo Beato el 27 de septiembre de 1992.  El 11 de octubre de 2009, Rafael Arnáiz fue canonizado por Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro, Roma.

Me voy dando cuenta de que la virtud más práctica para tener paz en la vida de comunidad es la humildad.
La humilidad delante de Dios, nos ayuda a la confianza, pues humildad es conocimiento de sí mismo, y ¿quién que se conozca a sí mismo, puede esperar algo de sí?... Loco sería si no lo esperase todo de Dios.
La humildad llena de paz nuestro trato con los hombres. Con ella no hay discusión, no hay envidia, no hay ofensa posible... ¿Quién puede ofender a la misma nada?
Le pido encarecidamente a María, me enseñe en lo que Ella fue maestra..., humilde ante Dios y ante los hombres. "Hágase".

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